martes, 24 de noviembre de 2015

Las placas tectónicas pueden ser menos rígidas de lo que se pensaba.

Separación de Ondas S, como evidencia de Anisotropía. Eakin et al, Geosciences Nature 2015.
El proceso de consumir el viejo fondo marino en las zonas de subducción, como sabemos, es impulsado por la circulación en el manto producto de las fuerzas de convección. Uno de los aspectos más importantes pero menos conocidos de este proceso es la fuerza y ​​el comportamiento de las placas oceánicas una vez que se hunden por debajo de la placas continentales.
Los resultados de un estudio reciente, publicado en la revista Nature Geosciences, proporcionan la primera evidencia directa de que las placas en subducción no sólo son más débiles y más suaves que convencionalmente se había previsto, sino que además aportan una mirada el interior de la placa y hace posible presenciar directamente su comportamiento a medida que se sumergen en la astenosfera.
Durante la formación de nuevo fondo oceánico, se extrae olivino del manto, el mineral más abundante de la Tierra. Las moléculas del olivino forman un patrón repetitivo regular, llamado su estructura cristalina. Conforme el material oceánico emerge en las dorsales oceánicas, la estructura cristalina va orientándose en la dirección del crecimiento de la placa. Este movimiento de las placas también fija la estructura cristalina del olivino en su lugar.

Las ondas sísmicas viajan a través de la corteza terrestre a diferentes velocidades (lo que se denomina anisotropía sísmica) dependiendo de la dirección en que viajan a través de la estructura del cristal de olivino, permitiendo a los investigadores entender cómo se deforman las placas de acuerdo a cómo se alínea el cristal de olivino.

Normalmente, el estudio de la estructura de las placas es difícil porque las placas se extienden a gran profundidad en la Tierra. Pero a diferencia de la mayoría de las zonas de subducción, donde las placas se sumergen una por debajo de la otra en un ángulo pronunciado, la placa de Nazca empieza su proceso de subducción por debajo de la de Sud América de forma casi horizontal (algo semejante también ocurre en México entre las placas de Cocos y NorteAmérica). Esto implica que los investigadores del equipo fueron capaces de recrear una imagen de la placa de Nazca hasta por 200 kilómetros, utilizando sismógrafos en la superficie.

De manera inesperada, la velocidad de la onda sísmica les sugirió que en algunos lugares el olivino había cambiado de orientación.
La única explicación para esta nueva orientación es que la placa de Nazca se deforma lo suficiente durante el proceso para "borrar" la orientación original y sustituirla por una nueva. Este descubrimiento implica que las placas tectónicas pueden ser menos rígidos que lo se pensaba. También sugiere que su estructura puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, geológicamente hablando.

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